#1282 – El Cine no es una Comedia.

#1282 – El Cine no es una Comedia.

Como el cine es algo muy serio, el Comedia cierra sus puertas. Pero es algo serio. No por lo peligroso, no, en ningún caso se está perdiendo el cine. Pero si queda claro que vivimos otro cambio en el consumo audiovisual. Desde hace más de los 100 años de vida del cine, su exhibición, como su creación, ha ido evolucionando, y no dejará de hacerlo, porque al final el cine es un modo más para llegar al público, como antes llegaban los trobadores, que tenían sus versiones en el teatro, la ópera, luego aparecieron los libros y cada evolución en la transmisión de historias. Porque al final, somos curiosos y nos gusta ver la vida de los demás, sea real o falsa, y si nos lo cuentan bien, acabamos con la misma atención que los pequeños cuando se les cuenta, bien, un cuento.

El Cine Comedia de Barcelona no comenzó como cine. Para muestra de la evolución que viven la sociedad, y todo lo que crea con ella. Ahora hay quien lo llora y quiere mantenerlo con vida. Hacerle un bypass a última hora sólo alargará su agonía. Si se quiere que el Comedia siga siendo una sala de exhibición cinematográfica, únicamente, debe reformase. Su situación es emblemática en la ciudad, pero precisamente, por el poco paso de la ciudadanía habitante de la ciudad por la zona en los horarios de sesiones, hace difícil que sea esta gente quien se desplace para ver películas de manera recurrente.

El Comedia se partió para evolucionar en los multisalas que surgieron hace ya unas cuantas décadas para poder ofrecer más películas, y supuestamente conseguir más público. Cerrar la oferta a una sola película con una platea tan grande ya no gustaba tanto a los exhibidores, demasiados riesgos en una época donde comenzaban a crecer el número de estrenos semanales y reducir las semanas de exhibición de las películas. También con el miedo de la llegada del cine en casa con el VHS. Que lejos queda todo con los miedos de hoy.

Miedos de hoy que para la industria audiovisual, de manera global, no dejan de ser nuevas oportunidades de negocio. Siguen ofreciendo cine y se le ha añadido producción para televisión, plataformas y las producciones de series sin piloto. Si se va mirando la evolución del cine desde la proyección de los Lumière y el sueño de Méliès, ha sido un constante crecimiento, en muchos sentidos. Con caminos que han consolidado y otros que han hecho volver atrás, esas gafas 3D que parecía que iba a cambiar el cine del siglo XXI, por ejemplo.

Las salas no es que mueran. Se transforman. Tenemos que aceptar que ahora ir por Passeig de Gràcia ya no da la posibilidad de ver la cartelera, las fotos de las películas en sus escaparates, y pensar si esa tarde, después del paseo, se acabaría entrando en una de todas esas salas para ver una película. Ahora, se planea el cine como algo único, como mucho complementado con compras en el mismo centro comercial. Nada de paseo por la ciudad. Antes una lluvia podía ser la excusa perfecta para esconderse 80 o 90 minutos para dejar escampar, ahora esas duraciones también cuesta encontrarlas.

Que sepa mal, no quiere decir que sea malo.