#1263 – Abejas de premios con poco público.

#1263 – Abejas de premios con poco público.

Ya ha tenido toda su carrera comercial, y 20.000 especies de abejas de Estibaliz Urresola Solaguren acaba de ser seleccionada entre las cinco películas finalistas para ganar el Premio Lux, tras estar en el listado de películas que pueden conseguir nominaciones en los Premios EFA. Todo ello tras su estreno en la Berlinale, donde consiguió el Oso de Plata a la mejor interpretación protagonista para Sofía Otero. 

El reconocimiento en Berlín no fue suficiente para atraer al público, o sí, y sin ello la cifra de espectadores hubiera sido menor. A finales de agosto se acabó su camino comercial en salas, tras 17 semanas, todo según datos oficiales del ministerio, con 155.540 espectadores totales. Su recaudación no llegó al millón de euros. Y saber si eso es mucho o poco habría que hacerlo comparando con otras tantas películas, con variables similares, y situaciones parecidas. Pero lo que está claro es que la temporada de premios, en los que cuanto menos conseguirá nominaciones por la inercia del éxito en la Berlinale, no va a tener efectos inmediatos en resultados en taquilla.

Su selección en la triada para representar a la Academia en los Oscar, sus esperadas nominaciones en los EFA y los Goya, que si llegan en gran número, serán la causa definitiva para que la película encuentre de nuevo espacio en la gran pantalla. Porque si ahora serán las plataformas que puedan alquilar la película (antes todos los videoclubs podían alquilar la película, pero ahora hay demasiados límites legales), las que aprovechen las ganas de descubrimiento de los aficionados al cine que no hayan ido a verla, o que la película no hay llegado a su zona.

Esto sigue confirmando que hay un claro cine de festivales y premios europeos, que se aleja completamente del público. Seguramente por eso en Europa seguimos sin una gran industria continental. En España ya por una cuestión de volumen, de público, pero pensando en lo que podría conseguirse con todo el continente, tampoco parece que lo estemos haciendo muy bien. De las películas que cada año se nominan a los EFA, en muy pocas ocasiones se trata de cintas que llenan salas y se convierten en las que tienen mayor recaudación de la década.

Si no hay público no habrá nuevas producciones. Y sin ellos no habrá tampoco cine de calidad, de premios, que tampoco es el que más desea la mayoría del público. Debería conseguirse el equilibrio. Es cuestión de tiempo, paciencia y sobretodo, inversión.