Esta semana llega una nueva aventura de Garfield a la gran pantalla. No solo de las novelas vive el cine. Pero adaptar un cómic, una novela gráfica, un tebeo, lleva la casi obligatoriedad de mantener la forma de los personajes, a los que se les debe dar movimiento y sobretodo voz. Si el gran drama de las novelas es que cada lector ha puesto el rostro a cada personaje, las voces de los personajes de animación también pueden acabar por agradar o no a los fieles seguidores de estos personajes.
También hay cómics que se han trasladado a la pantalla con personajes de acción real, como los superhéroes de DC y Marvel. Superman, Spider-Man, Batman y todas estas sagas que parece que comienzan a flojear, pero no son los únicos casos. Sucedió también con Mortadelo y Filemón.
Seguramente el gran reto fue el de encontrar un rostro como el de Mortadelo. Y se consiguió. Benito Pocino existía con la misión de ser Mortadelo. Filemón fue un estupendo Pepe Viyuela. Pero no dejaba de ser un reto de producción, y postproducción llevar las increíbles viñetas de Ibañez a la pantalla para la industria española. Poder conseguir una serie de películas acción real de estos personajes se escapaba de cualquier productora por muy alocada que sea. En otras industrias, o con otra situación de plataformas, hubiera podido ser.
De ahí que el mismo Fesser una década después a llevar las historias de los agentes de la TIA a la gran pantalla, pero con animación. Con un gran trabajo en el doblaje de los personajes, llevando ese nivel de calle a arte cinematográfico, darle movimiento y voz a los personajes de Ibáñez y ser capaz de hacernos creer que estamos leyendo un nuevo álbum de las aventuras de los agentes más incapaces del planeta.
Todo es válido para llegar al cine. Pero el talento de quien lo lleva es muy importante. Fesser tiene esa mirada de la realidad cañí que tenía Ibáñez, que nos ha permitido disfrutar de esas dos historias. Y ahora, que dicen que no habrán más Mortadelos, no como los Astérix que siguen, por ejemplo, y también han tenido sus versiones cinematográficas, veremos si Fesser se anima a regalarnos otra historia más de estos personajes y todo el universo Ibáñez.
Por cierto, a Ibáñez le dio vida Manolo Solo en la película El Gran Vázquez.