La plataforma Filmin celebra tres lustros desde su inicio. Algo menos desde su eclosión aprovechando el filón de la llegada de Netflix a España. Hasta entonces era una plataforma con un público pequeño y que vivía sólo de las personas que amaban un cine muy concreto y además, con una capacidad de conexión a internet que hace 15 años no era tan extensa como es hoy. El otro elemento que no permitió el crecimiento de la plataforma hasta que llegaron otros actores que implementaron una mejor red de distribución de datos.
Uno de los motivos del crecimiento lento de Filmin puede estar en su nombre, ese In, que podría ser Independiente, Film Independiente, hace que no sea cine para grandes masas, por lo que si ya se dedica a ofrecer cine de las antiguas salas de arte y ensayo, se es consciente que no se está creando una plataforma con la intención de tener todo el público como cliente potencial.
La publicidad gratuita que tuvo Netflix desde antes de poder operar en España, no la ha tenido nunca Filmin, ni la tuvo antes Filmotech, ni la tiene hoy FlixOlé, que tiene la gran labor de conservar y digitalizar el patrimonio del cine español que de otra manera llegaría a perderse. Al final estar apareciendo en los grandes medios de manera constante consigue consolidar una marca y una manera de hacer.
Lo mejor de la celebración de esos 15 años ha sido el reconocimiento que las plataformas llegaron tarde. Con la llegada de las plataformas se redujo drásticamente la piratería. Sólo hacia falta que existieran las plataformas para que el público accediera a ellas y así pudiera ver las películas en casa. Existía una tecnología que lo hacia fácil, pero faltaban las empresas que ofrecieran ese contenido. Mientras tanto, la gente buscaba las opciones disponibles.
Por fin se dejó entender que la culpa de la piratería no era el público, era la falta de plataformas. De sólo estar con Filmin a tener sobredosis. Ahora sólo nos queda que exista un buen archivo histórico y que no sólo se quiera vivir de los estrenos, y en eso Filmin vuelve a ser predecesora. Veremos cuando tarda el resto, si bien Netflix tenía en su política de vida la de clásicos recientes, y no la de estrenos ni clásicos antiguos. Todavía hay mucho cine (y serie) que está esperando revivir en las plataformas.
A todo esto, Filmin nació en Barcelona. Su fiesta no.