El título original fue El hoyo. La película de Galder Gaztelu-Urrutia con guión de Pedro Rivero y David Desola que, precisamente, consiguió un gran éxito en Netflix tras su paso por el Festival de Sitges, consiguiendo el premio a Mejor Película, y una tímida exhibición en salas comerciales. Si título internacional era The Platform. Y precisamente ese terror que aparecía en la película, constante, lento, que iba acabando con todo lo que se cruzaba, es lo que ahora muchas productoras tienen miedo que suceda, con otras plataformas, las de exhibición cinematográfica.
No todas las plataformas son iguales, y es bueno ir acostumbrándonos a diferenciar unas de otras.
La ‘contigo empezó todo’ es Netflix. Es la empresa que destrozó el sistema de alquiler de películas local y luego inició el alquiler digital. En poco años cambió el sistema de consumo audiovisual en casa. Y no sólo eso, ha ido cambiando su estilo empresarial a medida que crecía su conocimiento mundial. Y sigue evolucionando. De su inicio en el que era un contenedor de todo aquello que ya no tenía ninguna ventana que respetar y por lo que podía alquilar libremente a través de su tarifa plana, a ser una productora cinematográfica luchando por ganar el Oscar.
De ese inicio de tener los derechos de mucho contenido que sus creadores ofrecían a buen precio porque ya nadie le ofrecía nada, a intentar sólo ofrecer producciones propias com atracción del público. Producciones propias, que en realidad son coproducciones con miles de empresas pequeñas que aceptan condiciones muy estrictas para tirar adelante sus producciones, que de otra manera, económicamente no serían viables, como acabamos de ver con La Sociedad de la Nieve. Pero que acaba dando los resultados deseados, e incluso en la gran pantalla.
Ahora Netflix, por ejemplo, parece ver que la producción debe ser un complemento, más que su base, porque nuevamente las productoras le ofrecen capacidad de ampliar su catálogo sin arriesgar. De ahí que hayan accedido a comprar gran cantidad del catálogo de Warner, e incluso sin exclusividad y pudiendo seguir teniendo ese contenido en su plataforma HBO Max. No es competencia, porque Netflix tendrá contenido de Warner o de Universal, y ella, no.
Rakuten TV sigue siendo el videoclub, junto a Apple, de las poca que permiten el alquiler de las últimas novedades cinematográficas para ver en casa. Como antes. La película de hace 3 meses del cine para ver en casa pagando el alquiler por un par de días. También lo hace Filmin, pero en películas más independientes.
Por último están las Plataformas de las productoras, las mencionadas HBO Max o SkyShowtime, de Universal y Paramount, y la archiconocida Disney, con la susodicha y Fox. Estas basan su atracción en tener sus películas de siempre, pero como eso parece que no es poco, no dejan de producir nuevas películas y series para ofrecer carne fresca, y es donde se pillan los dedos mirando esos datos.
El grupo de productoras que temen a las plataformas deben tener capacidad de llegar a buenos acuerdos. Donde la implicación de las plataformas no sea unos pocos meses, o semanas, tras su estreno. Y si su deseo es sólo ese, entonces dar la libertad de seguir moviendo el contenido en otras plataformas, si así lo desea la creadora del contenido. Porque a veces hace falta encontrar la ventana adecuada, y lo sabe perfectamente Netflix con La casa de papel.