#1157 – La decisión de no parar.

#1157 – La decisión de no parar.

La previsión de estreno de la cuarta y última parte de Hotel Transylvania ha ido modificándose con el tiempo, o más bien dicho, con la pandemia. Hasta el punto que el último movimiento del que han surgido rumores es el de su estreno directo en la plataforma Prime Video de Amazon. A falta de datos, Variety ha informado que sería alrededor de 100 millones de dólares el coste de comprar la película para su estreno en exclusiva en la plataforma. Eso no representa ni el 10% del total recaudado por sus tres antecesoras. Por lo que en un principio no parece un buen acuerdo, si bien Sony sigue manteniendo los derechos para la comercialización doméstica, haría falta saber si hay algún acuerdo añadido que pague por visionado. De otra manera podría acabar siendo la película de la saga más costosa a nivel individual, si bien seguro que con las tres previas cubren gastos de la producción de ésta.

Sony no es la única productora que ha ido adaptando sus formatos de estreno, pero ha utilizado un formato abierto. Ha ido trasladando sus películas a diferentes plataformas que las han hecho suyas. De animación, por ejemplo, tanto Desconectados como Vivo se han estrenado en Netflix, tratadas como películas de la plataforma, y la primera acabo por titularse Los Mitchell contra las máquinas. Pero también han convertido en Greyhound en una película de Apple TV+ o Encurtido en el tiempo de HBO, y el próximo 3, en la misma Prime Video entrenarán su nueva versión de Cenicienta. 

A pesar de que es una de las compañías grandes de la industria, seguramente porque está muy diversificada y su fuerza no son las películas, no dispone de una plataforma propia. Esto por un lado les permite negociar cad película con la plataforma que considere que le sacará ma´s rendimiento y le pagará mejor por la cinta. Mientras que por otro lado, no cerrarse a su propia plataforma o un acuerdo único con una, permitirá que puedan llegar a verse al final todas las películas en todas las plataformas sin vetar a cualquier espectador potencial de acceder a ella de manera fácil. Porque Sony seguramente hace el paralelismo con las salas. Si dejo de ofrecer mis películas en las salas de cierta empresa o de ciertas ciudades, lo único que hago es tirarle piedras a mi propio tejado. Y si  hiciera ahora una única plataforma para gestionar sus novedades y catálogo, con la oferta que hay, podría tener un público fiel, pero sería mucho menor que el público que va apareciendo de manera puntual con un título u otro, pero que no le compensaría estar siempre con ella.

La evolución de la distribución del cine era algo que debía pasar, y la pandemia la ha acelerado tanto que las grandes compañías clásica, por llamarlas de alguna manera, como las nuevas, a base de plataformas, no habían llegado todavía a un acuerdo de como unir las necesidades de todas las partes implicadas, Porque no son sólo las productoras, distribuidoras y exhibidoras. También está todo lo que envuelve a la industria, una sala que alrededor tiene un complejo que se alimenta antes o después de quienes vana  ver una película, si deja de existir ese público, o se ve reducido, entonces la cosa cambia. La digitalización ya causó un cambio en la distribución de las películas, del alto coste de hacer copias físicas (y su desgaste) para su traslado por todo el mundo, a repartirse a través de archivos digitales que se envían a través de la red. Algo que debería haber ayudado a la democratización del cine, se convirtió en un elemento ma´s para el cierre de salas pequeñas.

Las salas pequeñas tenía que realizar una digitalización de sus salas, un cambio de proyector, para ofrecer la nueva cartelera, pero en cambio, el coste por tener las películas no disminuía, a pesar de que el coste de creación de cada copia, para la distribuidora había caído en picado. Se están manteniendo los precios por película independientemente del formato. Antes había algo que se tocaba, Es película que se ofrecía en una sala, no podía estar ofreciéndose en el cine del pueblo de al lado, que debía  esperar a la semana siguiente, con el añadido que esa película, ya llegaba con un poco más de lluvia. Ahora, ambos cines, si han podido hacer el cambio de proyector, podrán alquilar la película al mismo tiempo, Porque el archivo digital se reparte tantas veces como haga falta, y sin pérdida de calidad.

Es la misma gran duda del alquiler de películas. Los videoclubs, en sus últimos años de esplendor, añadieron en su paquete de opciones, la de un cajero para poder alquilar y devolver las películas en cualquier momento y no sólo cuando la tienda estaba abierta. Sin tener todo el catálogo a disposición, las novedades estaban disponibles, con el añadido, que se se devolvían en un margen determinado de tiempo, el alquiler a penas podría costar €1. Premiaban la devolución rápida tras el visionado de la película. Ya que eso permitía que otra persona pudiera alquilar el mismo producto físico. Algo que hoy, cuando no hay productos físicos, eso no pasa. Los alquileres son los más altos que había en el videoclub, para cuando alquilabas durante un fin de semana, 2 o 3 días, y daba igual si la devolvías a las 6 horas, o a las 72. Y hoy que tecnológicamente puedes ofrecer el mismo título a cientos de personas a la vez, que se esté ofreciendo el mismo coste es algo que sorprende.

Todo esto para decir que cada compañía está haciendo lo que buenamente puede, Para Sony hubiera sido más práctico añadir sus títulos en la plataforma de venta de su Play Station, pero además de limitarlo a una plataforma, lo limitaba también a quienes tuvieran esa consola, que por muy popular que sea, no está en una mayoría de los domicilios de todo el mundo, frente a la cantidad de conexiones de internet y ordenadores que hay en el mundo, con lo que poder legar a sus películas.

Con el tiempo acabaremos viendo cuál es la mejor parte de cada elección. Y como se acaba llegando a un acuerdo de mercado. Si sucedió con VHS y Betamax, ya podemos ir pensando que será la opción de peor calidad para el público.