El reciente estreno de “La buena esposa”, la película dirigida por Börjn Runge y con una interpretación prodigiosa de Glenn Close, muy bien secundada por Jonathan Pryce, hace de obligado cumplimento acercarse a la novela del mismo título, en su versión original “The Wife”, de la escritora estadounidense Meg Wolitzer (1959), publicada en 2003, que este mismo mes de octubre ha publicado Alba Editorial, en una cuidada traducción de Enrique de Hériz. La historia del matrimonio que forman Joseph y Joan Castleman, él un famoso escritor que acaba de ganar el premio Nobel de Literatura, ella una mujer de fuerte personalidad pero que ha envejecido a la sombra de su arrogante marido, es narrada por Meg Wolitzar de forma ágil, describiendo con agudeza los ambientes literarios, con una visión penetrante e intencionada que llega al lector a través de la voz de la protagonista Joan Castleman, que en su viaje a Estocolmo, acompañando a su esposo, rememora diversos aspectos de las relaciones que tuvieron en su juventud, a lo largo de sus cuarenta años de matrimonio. La escritora ha sabido combinar con acierto el humor con la ternura, a la vez que hace un perfecto dibujo psicológico de ese escritor de éxito, egoísta y egocéntrico y de esa mujer, mucho más que una buena esposa. Una lectura agradable para un tema más que interesante y que puede complementar, o preparar, la visión de la buena película de Runge.