Impactante y demoledora novela de una las escritoras francesas más importantes del momento, como es Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, 1966). “Nada se opone a la noche”, un título que ya marca las líneas maestras por las que se va a mover la narración, es la historia de una familia a través de la mirada, los recuerdos, la investigación y la interpretación de la propia Delphine de Vigan, convertida en testigo fiel de su propia familia, de su propia historia, de sus propios orígenes. Una novela tan descarnada como la vida misma, pero a la vez tan maravillosa como esa misma vida. Intensa, escrita a golpes de voluntad y, en ocasiones, de tortura, como confiesa la propia autora, “Nada se opone a la noche” es una de esas narraciones transcendentales, plenas, profundas y, en ocasiones, apocalípticas, que se apoderan de la lectora y del lector, sin darle espacio para el reposo. Su lectura es adictiva, su profundidad abismal, sus resultados siempre sorprendentes. Lo más apasionante del trabajo de Delphine de Vigan es la sinceridad que desprende, la fuerza con la que narra las vivencias más íntimas y personales, la facilidad con la que llega al lector/ra, y la dimensión universal que da a la historia de su familia. Todo se inicia cuando la propia Delphine encuentra muerta en extrañas circunstancias a su madre Lucine. A partir de ese momento inicia una investigación con la intención de reconstruir la vida de su madre, ese espacio vacío que todos los hijos/as tiene sobre sus padres, la cual se convierte en una serie de tenebrosos, iluminados y desconocidos momentos y vivencias. Una novela que llega intensamente a todo tipo de lector/ra, porque, en definitiva, la historia de Delphine de Vigan es la historia de todos nosotros.