Una parte del cine es crear situaciones verosímiles, para hacernos sentir empatía por los protagonistas, pero suficientemente atractivas para que no se caiga en la rutina aburrida de nuestro día a día. Que nos gusta ser capaces de vernos cerca de ser el personaje protagonista, pero no queremos que nuestra rutina sea la protagonista de la película, porque a la gan mayoría, nuestro día a día, a parte de conocerlo, nos parece de los más aburrido, y sobretodo, rutinario, como debe ser.

Por ello cualquiera de los personajes, de todo aquello que vaya más de la simple ficción y ya sean películas de acción, la llamada ciencia ficción, o simplemente fantasía cinematográfica, deben tener situaciones increíbles para atraparnos. Pero si nos encontramos en una película que su base está centrada en un tipo concreto de profesión, algo muy habitual en el cine y las series, hará que acabemos pensando que todo en esa profesión pueda ser así. Esto nos acabaría llevando a grandes confusiones.

No todo el mundo médico es como Urgencias o Anatomía de Grey. Ni la prensa se acaba pareciendo a Spotlight, Ciudadano Kane ni Primera Plana en sus diferentes versiones. Y por supuesto, uno de los sectores que acaba pareciendo muy problemáticos es el propio de los cineastas y artistas en general, rodeados de alcohol y drogas día tras día. En pocas ocasiones, porque las hay, se basa el personaje protagonista que quiera ser. actriz o actor en un personaje que está trabajando más en un bar o restaurante que sobre un escenario, com dice la leyenda.

El cine nos ayuda a conocer el mundo. En muchas ocasiones han servido para crear sueños laborales, que luego poco se parecen en la realidad, cuantas personas creyeron que trabajar en un bufete sería como estar en un episodio de Ally McBeal de por vida.

Aunque a veces la realidad supera la ficción, normalmente no.